Piérdele el miedo al ahorro: tips para ahorrar sin que te des cuenta

Piérdele el miedo al ahorro: tips para ahorrar sin que te des cuenta

Piérdele el miedo al ahorro: tips para ahorrar sin que te des cuenta

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Llega un punto en la vida en que te das cuenta que creciste, que ya dependes de ti mismo y que de verdad trabajas para vivir. A la generación millennial se le ha criticado mucho por no tomar la vida con seriedad, a pesar del mundo tan acelerado en el que viven.

Vivir al día en términos económicos no está bien, ¿a quién le gusta llegar a la siguiente quincena con lo justo para el transporte y la comida? Lo ideal es administrar tu dinero, pagar las cuentas y conservar un poco para cualquier imprevisto. Sin embargo, para muchas personas, ahorrar significa un problema porque más que un bien, se percibe como algo tortuoso que implica sacrificio y desajustes económicos.

Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, hasta ese año, en México sólo 31.1 millones de personas ahorran para su retiro; es decir, sólo 4 de cada 10 mexicanos.

Lo importante es aprender que no hay nada que temer respecto al ahorro, pues, aunque signifique perderse ciertas cosas, al final es un gran beneficio ante cualquier imprevisto, desde problemas médicos o laborales, hasta un despido.

Pero entonces, la pregunta es, ¿cómo se debe ahorrar?

Ingresos y egresos

Lo primero, según René Cárdenas y Mauricio Mastropiero, autores del libro Querido dinero, ¡te odio y te quiero!, es entender cuánto dinero ganas y cuánto gastas. Para eso hay que identificar tu ingreso y tu egreso.

Tu ingreso es todo el dinero que entra a tu cuenta, tanto el sueldo fijo al mes, como el extra, ese que llega con el aguinaldo o las utilidades. A muchos les sirve más hacer cuentas anuales, es decir, ya que identifiques de cuánto es tu ingreso mensual, lo multiplicas por 12 y ese es tu ingreso anual.

Mientras tanto, un egreso es todo el dinero que sale de tu cuenta y que no puedes recuperar. Un ejemplo son los pagos de servicios del hogar como el agua, la luz, el teléfono, el internet, etcétera.

Con base en esto, ahora puedes saber cuánto dinero te sobra al mes para gastar, ya sea en salidas con amigos, en comidas costosas o simplemente en algún lujito que quieras darte, pensando siempre en dejar un poco de dinero sin usar. Ese será tu ahorro.

Gastos innecesarios

Una manera muy sencilla de ahorrar dinero sin que te des cuenta es eliminar los gastos que no necesitas realizar, es decir, esas compras que hiciste sin pensar, por impulso y con toda la incoherencia del mundo.

Seguramente, y más de una vez, has hecho gastos innecesarios como el café de Starbucks que te compras todas las mañanas a pesar de tener cafetera en la oficina o las garnachas que comes los viernes, a pesar de haber llevado comida al trabajo.

No te decimos que dejes de comprar ese Caramel Macchiato que te hace iniciar el día con más optimismo, pero si compras uno diario, podrías bajar la cantidad a dos cafés por semana y verás que esos 150 pesos de ahorro semanales serán de gran ayudar a terminar la quincena.

Otro tema importante son las rebajas. Muchas veces nos dejamos atraer por letreros llamativos que anuncian descuentos en productos que no pensábamos comprar, pero como están en descuento nos llevamos hasta dos.

Te recomendamos que cuando veas algo así, pienses si de verdad está en descuento, pues muchas veces aumentan el precio de los productos y al rebajarlos queda en la cantidad original, como en el Buen Fin.

El gasto fantasma y el gasto hormiga

El gasto fantasma es ese gasto que no ves, pero siempre está presente y cuando ves el total te asustas. Un ejemplo de ese gasto es la suscripción a Netflix que tienes domiciliada a tu tarjeta de débito. No identificas cuando te cobran, pero cuando debes pagar la tarjeta te das cuenta del gasto.

En tanto, el gasto hormiga es ese que parece un gasto mínimo, pero cuando lo sumas al final del mes representa un gasto considerable. Los chicles, los cigarros o las propinas en los restaurantes son un ejemplo perfecto de gasto hormiga.

Si estás consciente de estos gastos y evitas realizarlos, tienes un ahorro seguro.

No está mal comprar ropa, finalmente, para ese trabajamos. Pero tampoco es necesario renovar el guardarropa cada mes.

Ahorra de acuerdo a tu estilo de vida

Al salir de fiesta también puedes moderarte, salir un fin de semana y quedarte en casa al siguiente, aunque no lo creas, eso significa un gran ahorro, tomando en cuenta que, si sales a beber unos tragos, gastas de $200 a $500 pesos cada fin de semana.

Un tema muy importante es saber para qué quieres ahorrar. Si es sólo para dormir tranquilo sabiendo que ante algún imprevisto tendrán con qué salir del apuro, probablemente puedas ser más flexible con tus gastos.

Pero si quieres ahorrar para comprar un auto, para pagarte una escuela de inglés o una especialidad en la universidad, lo mejor es que lo tengas bien claro porque entonces puedes pasar al siguiente punto.

Fija una meta de ahorro

Lo más recomendable es fijarse una meta de ahorro. Es complicado, lo sabemos, pero al tener una meta, te obligas a cumplir con la cuota. El problema del ahorro es que no estamos acostumbrados a hacerlo, por lo que puedes iniciar con cantidades pequeñas que no representen un gran desajuste.

Por ejemplo, si ganas $10,000 pesos al mes y de pagos fijos tienes $5,000, puedes hacerte el propósito de ahorrar mil pesos mensuales, mismos que puedes meter a una cuenta de ahorro en el banco. Al año tendrás $12,000 pesos ahorrados y estarás acostumbrado a guardar dinero, lo que te facilitará aumentar la cantidad de ahorro.

Otra manera de ahorrar es hacer la suma de tu ingreso mensual, restarle tu egreso al mes y a esa resta agregarle la cantidad que quieres ahorrar. Así, desde que te paguen sabrás cuánto dinero tienes para otras actividades, pero con la tranquilidad de saber que ya ahorraste.

Practicidad

Finalmente, si lo tuyo es la practicidad, hay varias cosas que puedes hacer. Sal a diario con poco dinero, por lo menos lo necesario para el transporte y la comida, así, aunque quieras, no gastarás más de lo debido.

Junta las monedas que te sobre al final del día, esas monedas que te den de cambio en la tiendita, con el “viene viene” o en el metro no las gastes en chicles o cigarros, mejor guárdalas y al llegar a casa mételas a una alcancía. Es una buena forma de acabar con el gasto hormiga y al mismo tiempo ahorrar sin darte cuenta.

Si en tu cumpleaños, tu abuelita te regala $500, no te los gastes, de ser posible ahórralos, pero si te cuesta mucho trabajo, puedes gastar $300 y ahorrar $200. Así tendrás un ahorro no esperado que te puede ayudar en un futuro.

En fin, maneras de ahorrar hay muchas. Algunas deben ser totalmente conscientes, otras pueden suceder sin que te des cuenta, pero ninguna funcionará si no te lo propones y si no tienes fuerza de voluntad.

 

Recuerda que vivimos en un mundo en donde la prevención es fundamental, pues nadie está exento de quedarse sin trabajo, de un problema de salud o hasta de unas vacaciones inesperadas. De ti depende que se cumpla la meta, y puedas dormir tranquilo.