¿Confiarías tus finanzas a una máquina? Quizás lo hagas pronto

¿Confiarías tus finanzas a una máquina? Quizás lo hagas pronto

¿Confiarías tus finanzas a una máquina? Quizás lo hagas pronto

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Cada vez es más frecuente leer historias que hasta hace poco construían el ambiente de ciencia ficción: coches que se manejan solos, y  que mejoran sus habilidades con la experiencia, refrigeradores que no sólo detectan que has consumido, sino que pueden ordenarlo en línea por ti; aplicaciones de finanzas que te alertan cuando estás gastando de más. Todas estas aplicaciones son resultados del aprendizaje de las máquinas.

El aprendizaje de las máquinas es la rama de la inteligencia artificial que intenta emular al cerebro humano, y darle a las máquinas la capacidad de aprender a través del análisis de grandes volúmenes de información.

Hemos escuchado de máquinas que superan a los humanos en juegos como el Ajedrez o el Go, estudiando los movimientos humanos y mejorándolos; pero la AlphaGo Zero no partió de estrategias humanas: con sólo las reglas del juego aprendió a jugar contra sí misma, descubriendo todas las estrategias que los humanos habían descubierto… y eventualmente desechándolas por estrategias mejores, nunca antes vistas.

Gracias a estas cualidades, el aprendizaje de las máquinas ha comenzado adentrarse en el mundo de las finanzas, y es que las posibilidades son gigantescas: la capacidad de análisis que tiene una máquina, su habilidad para detectar patrones, el poder de predecirlos; todas las habilidades que se buscan en un asesor financiero, aunado al poder del aprendizaje ilimitado que tienen las máquinas.

Y aunque esta forma de inteligencia artificial aún está en su infancia en lo referente a las finanzas, poco a poco podemos identificarlas dentro del sector Fintech; Datamir utiliza un algoritmo que analiza tweets, e identifica eventos antes de que sean reportados, Kensho analiza todo tipo de documentos para responder hasta más de 65 millones de combinaciones de preguntas sobre hacia dónde va el mercado; Acorns, que no sólo optimiza tus finanzas personales, sino que redondea tu cambio y lo invierte en uno de sus seis ETFs. También te notifica cuando gastas más de lo normal en tu tarjeta de crédito o en cajeros automáticos.

Podemos encontrar otras aplicaciones del aprendizaje de las máquinas dentro de las finanzas en áreas  como lo son: cumplimiento, la gestión de riesgos y la prevención del fraude. Intelligent Voice, una empresa británica, vende su herramienta de transcripción de voz a instituciones bancarias para auditar operadores telefónicos; Monzo, otra compañía británica, creó un modelo que evita que las transacciones fraudulentas se completen, reduciendo la tasa de fraude en sus tarjetas de prepago del 0.85% en junio de 2016 a menos del 01% en enero de 2017.

 

Tal vez no estemos tan cerca de tener inteligencias artificiales administrando nuestras finanzas, eligiendo nuestros productos, garantizándonos grandes retornos, sin el riesgo humano de los millonarios fraudes por especulación financiera.

Pero no estamos lejos.

El poder del aprendizaje de las máquinas para ver más allá que las mentes humanas más capaces, puede poner nervioso a cualquiera. ¿Hacia qué futuro de ficción nos dirigimos? Hacia uno en donde las máquinas toman conciencia y nuestro lugar como la especie dominante, o hacia uno en que jamás trascenderán su estatus de herramienta humana? Pero mientras nos alcanza el futuro ¿confiarías tus finanzas a una máquina?

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