Una de las formas de pago más recurrentes en todo el mundo es el pago con tarjeta de crédito. Con este método se puede realizar una compra con dinero que el banco otorga y pagar la deuda en días posteriores. Es decir, el banco te presta dinero.
La idea parece sencilla, pero en la práctica, un mal uso de una tarjeta de crédito puede terminar en una deuda excesivamente cara, pues junto con ellas vienen otros elementos básicos como el pago mínimo, los intereses, el límite de crédito, el corte de la cuenta o el saldo.
Debido a esta complejidad, para acceder a un crédito de este tipo el banco evalúa tu historial crediticio, investiga con otras instituciones si tienes deudas o si tuviste algún retraso y con base en sus políticas decide si te otorga una tarjeta.
El proceso, dependiendo del banco, puede llegar a ser demasiado lento y tedioso, por lo que algunos bancos ofrecen tarjetas pre-aprobadas; sin embargo, esto puede resultar contraproducente, pues se trata sólo de un gancho por parte del banco para que el usuario acepte el crédito.
Si algún día te llaman del banco para decirte que tienes una tarjeta de crédito pre-aprobada o peor aún, si un día te llega el plástico a tu casa, debes pensar muchas cosas antes de hacer algo al respecto.
¿En verdad lo necesitas?
Si no solicitaste el crédito, probablemente sea porque no lo necesitas, así que si te lo otorga el banco no necesariamente debes aceptarlo. En teoría, el banco te la ofrece por considerarte un cliente responsable, pero lo cierto es que muchas veces los ejecutivos de ventas tienen comisiones por cada crédito aprobado y el tuyo podría ser uno de esos elegidos al azar.
Así que la próxima vez que te pase, primero pregúntate si en verdad lo necesitas y si realmente puedes pagarlo.
La mejor opción…
Jorge Torres Góngora, quien es director general de Educación Financiera de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), afirma que para el banco una tarjeta pre-autorizada significa más riesgo, pues no conoce a su cliente.
Debido a esto, no siempre te ofrecerá las mejores tasas de intereses, por lo que lo más recomendable es ir al banco, preguntar por otras opciones y comparar. Es muy fácil dejarse endulzar el oído, pero con el dinero no se juega.
¡Fraude a la vista!
No podemos vivir desconfiando de cualquier persona que se nos cruce enfrente, pero tampoco podemos alejarnos de nuestra realidad. La delincuencia está a la orden del día y la gente mala se reinventa.
Una línea de crédito pre-aprobada puede significar un fraude de personas ajenas a la institución bancaria que te contacte, por lo que debes estar atento a ciertos puntos que los delatan:
-Si te piden dinero, no lo des
-Si te piden datos personales, asegúrate de que realmente sea una persona que trabaja en el banco
-A veces es tardado, pero lo mejor es ir a la sucursal y hacer el trato en persona para evitar futuros malentendidos
Al cliente lo que pida… aunque no lo pida
Existen muchos casos donde los créditos se aprueban y se otorgan sin que el cliente lo haya solicitado, pero pocos saben que, por lo menos en México, eso es motivo de sanción, de acuerdo con la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros.
Bajo esta ley, los bancos que recurran a este tipo de prácticas pueden ser sancionados si decides denunciarlos.
Otro aspecto legal en este tema es el derecho que tienen los usuarios a no recibir estas ofertas, pues el artículo 8 de la Ley de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros así lo estipula.
Por su parte, la Condusef cuenta con una base de datos que contiene información personal de quienes están incluidos en el sistema financiero mexicano como usuarios que han decidido no ser molestados con nuevas ofertas.
Cada quien gasta su dinero como quiere
Al final del día, cada quien hace con su dinero lo que mejor le parece. Si te llega una oferta de un crédito pre-aprobado, lo analizaste, estás de acuerdo con las condiciones aún sin haberlo solicitado, pero, sobre todo, puedes solventarlo, adelante. Si haces un buen manejo de ese crédito ayudará siempre en tu historial.
Si esta publicación llegó demasiado tarde a tu vida porque ya la regaste y aceptaste el crédito que sigues pagando, ojalá pronto acabe esa tortura. Además, no estás solo, tan sólo el año pasado sólo durante el primer trimestre, el promedio de deuda en tarjetas de crédito de nuestro país fue de más de 130 mil pesos
Tener una tarjeta de crédito es una gran responsabilidad, nunca olvides que el dinero es prestado y tienes una fecha límite para pagarlo. Antes de decir que sí pregunta, investiga y compara.
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