Hemos escuchado mucho del buen fin, que las ofertas no son reales, que las empresas suben los precios para poder bajarlo y crear la ilusión de descuentos; que es una imitación del largamente instituido Black Friday.
En cuestiones de economía, El Buen Fin se estableció como estrategia para ayudar en tres puntos principales: apoyar a la economía familiar, incentivar la actividad del mercado interno y fortalecer el comercio formal. Todo esto también incrementando el consumo general a través de ofertas y promociones que todos conocemos.
Pero de entre escepticismo y el consumo masivo alrededor del Buen Fin, podemos identificar dos tendencias constantes: la importancia de las plataformas y herramientas digitales en la economía formal mexicana, y otra que estrategias de activación económica como el Buen Fin ponen en evidencia la falta de educación financiera que sufre México como país.
México: sin cultura financiera
Este año se esperan lograr ventas superiores a los 100 mil millones de pesos; el año pasado se recaudaron más de 89 mil millones, y los tres productos más comprados (celulares, pantallas y computadoras) generalmente no son de primera necesidad. Y aunque uno de los propósitos idealistas del buen fin era ayudar a la economía familiar, la falta de educación financiera nos hace vulnerables a lo que percibimos como ofertas, y mucha gente contrae deudas más allá de su poder adquisitivo.
Mercado digital
Como estrategia el Buen Fin pretende identificar las áreas explotables dentro de la economía mexicana, y alinear esfuerzos para aprovecharlos al máximo. El año pasado las compras de e-commerce, ocuparon el 70% de las compras totales del buen fin en esta edición la conectividad y el comercio digital son muy importantes ya que los hábitos de compra están cambiando; el año pasado el e-commerce los 300 mil millones de pesos. Todas las compras en plataformas digitales entran automáticamente en el sorteo que el SAT estableció desde el 2011 para apoyar al comercio formal.
Apoyo al comercio formal
El buen fin también pretende encaminar a los comercios hacia la formalidad, entrando un poco a las promociones a través del sorteo del Buen Fin, auspiciado por el SAT. El comercio informal impide el crecimiento y la competitividad y promueve prácticas de corrupción en diferentes niveles.
El SAT premia a los comercios formales que se unen al Buen Fin con una bolsa de 500 millones de pesos para 149 mil ganadores como incentivo para bancarizar las compras ayudando a la formalización de la economía. Todas las compras de las personas físicas de 250 pesos hasta 10,000, pueden ser completamente reembolsadas y libre de impuestos. La condición para participar es que estas compras hayan sido realizadas con tarjetas de crédito o débito.
Todos los años leemos y escuchamos los mismos consejos antes de sumergirnos en las ofertas del Buen Fin: tener en mente que las compras a crédito son deuda, que la necesidad y el deseo no son la misma cosa.
Recuerda que sólo porque algo sea más barato que el fin de semana anterior, no significa que de verdad lo necesites. Este año, antes de salir y entregarte a las compras sin control, evalúa tus necesidades, compara precios, ten presente que tú eres responsable de tu dinero, y que puedes cambiar tus hábitos financieros en el momento que tú decidas, sea el Buen Fin o no, nosotros te ayudamos a tomar control de tus finanzas aquí.
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