Los errores más comunes que te mantienen endeudado

Los errores más comunes que te mantienen endeudado

Los errores más comunes que te mantienen endeudado

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Actualmente vivimos en la época del “no me alcanza”, del “en mis tiempos…”, del “es que antes era más fácil”, pero muchas veces los únicos culpables de nuestra situación económica somos nosotros mismos.

Todos conocemos a alguien que sufre porque no tiene dinero, porque no le alcanza la quincena y siempre pide prestado. O peor aún, nosotros somos ese alguien. Pareciera que en nuestro país no existe la cultura del ahorra y la prevención, pero sí la del endeudamiento y el mal gastar.

Aunque lo anterior suena triste y agresivo también existen quienes son muy buenas para ahorrar y planear sus finanzas personales, que llegan de una quincena a la otra sin sufrir y que no se endeudan.

Seguramente estás pensando que eres de ese tipo de personas, pero ¿qué pasaría si te dijera que, contrario a lo que piensas, realizas gastos innecesarios mes con mes que de no hacerlos el dinero te rendiría más?

A continuación, te presentamos cinco errores que cometes al gastar y por los que te endeudas.

#1 No tener un control de gastos

Si eres de los que piensa “me lo compro y lo repongo en la siguiente quincena” sin tomar en cuenta lo que ya gastaste y cuánto dinero te queda para llegar al siguiente mes, definitivamente estás cometiendo un grave error.

Existen muchas personas que piensan así y sí, dicen que la vida es de los valientes, pero con las finanzas no se juega. Siempre es bueno tener, ya sea en mente o en papel, un registro de todo lo que llevas gastado en la quincena o en el mes para saber si puedes darte algún lujito de vez en cuando.

No se trata de vivir limitado, pero hay productos que pueden esperar unos días para ser adquiridos.

Basta con tomar en cuenta tus pagos fijos del mes como la despensa, los productos de higiene personal, el pago de la tarjeta de crédito, el gimnasio, el teléfono, la luz, el agua, la mensualidad del auto y todo lo que no puedes dejar de pagar.

Una vez contemplado esto, mejor dicho, una vez pagado todo esto, haz la cuenta con el dinero que te queda y entonces sí, decides si estás en posibilidades de comparte ese pantalón que tanto te gustó o incluso si puedes pedir una cerveza más en el festejo godín.

#2 Las tarjetas de crédito

Probablemente, ésta es la principal razón de endeudamiento en todo el mundo, pues algo que debes tener claro es que las tarjetas de crédito no están hechas para ayudarte, sino para que le debas dinero al banco.

Al solicitar una tarjeta (o cuando ya la tengas), debes pensar que adquieres una responsabilidad que implica mantenerte al día con lo que debes, de lo contrario, la deuda se elevará gracias a los intereses.

Muchas personas piensan que al pagar el monto mínimo al mes, están a mano con la deuda, pero eso es sólo un viejo truco, ya que al hacerlo sólo cubres el pago de los intereses, por lo que la deuda como tal no se reduce.

Por eso, si pagas algo con la tarjeta de crédito, sea a meses o no, debes pensar en cubrir el total antes de tu último día de pago. Si la mensualidad rebasa tus posibilidades financieras, es mejor que no compres nada.

#3 El ahorro personal

Expertos en finanzas aseguran que lo ideal es ahorrar, mínimo, el 10% de tus ingresos totales (parece que la Iglesia sabe mucho de finanzas), así que al recibir tu pago quincenal debes apartar el 5% o el 10% si recibes pagos por mes. Otros, afirman que lo mejor es tener un ahorro de, por lo menos, seis meses de sueldo.

Esto, con el fin de tener siempre un buen colchón de dinero que te sirva para imprevistos, pero ojo, un imprevisto no es el nuevo iPhone o el cumpleaños de tu mejor amigo, sino emergencias como gastos médicos, desempleo o accidentes viales.

Lo cierto es que es difícil ahorrar ese 10%, más aún seis meses de salario, sobre todo porque ya no es suficiente con ese ahorro, por lo que se recomienda realizar algunas pequeñas inversiones que te respalden en casos de una inflación o devaluación.

Un pequeño negocio, un trabajo extra o una inversión en algo que puedas rentar es, sin duda, una buena idea para mejorar tu economía.

#4 Gastos innecesarios

No nos hagamos, con dinero en mano es más fácil caer en la tentación de gastar en cosas que no son realmente indispensables y esto es otro de los grandes errores con nuestras finanzas personales.

La próxima vez que vayas a realizar una compra pregúntate si realmente lo necesitas, si la respuesta es sí, entonces pregúntate si lo necesitas en ese momento o la compra puede esperar.

También piensa en la cantidad que estás por desembolsar y en qué otra cosa puedes invertirla. Por ejemplo: si quieres comprarte el nuevo disco de tu artista favorito, probablemente ya esté en las plataformas digitales, esos $200 podrías pagarlos para esa consulta dental que has estado postergando o podrías meterlos a tu ahorro mensual.

#5 La falta de inversión

La mejor manera de asegurar tu futuro es invirtiendo. Actualmente existen muchas posibilidades, programas gubernamentales y alternativas en la iniciativa privada que te pueden ayudar a poner tu primer changarro.

No necesitas ahorrar toda la vida para poner un negocio, puedes pedir un préstamo e irlo pagando con una parte de ese nuevo ingreso. Si lo tuyo no es emprender, existen opciones como Uber, pues ya es muy sencillo sacar un auto nuevo de agencia y ponerlo a trabajar en estas plataformas.

Parece broma, pero las cajas de ahorro y las tandas son buenas formas de invertir. En la primera, si tú la organizas, puedes prestar dinero con intereses, mismos que se van para ti. En las tandas sólo es una manera de ahorrar y tener un dinero seguro para cierta fecha.

De cualquier modo, conviene tener tu dinero invertido, guardado o ahorrado con alguna alternativa de este tipo.

 

En términos financieros, el chiste es pensar más y no dejarte llevar por los ceros que hay en tu cuenta, recuerda que mientras más dinero tengas, más inteligente debes ser.

Es muy bueno ganar tu propio dinero y comprar lo que quieras con tu esfuerzo, pero si cometes alguno de los errores que te hemos mencionado, lo más seguro es que acabarás odiando la vida de adulto, pagando deudas eternas y disfrutando tu dinero a menor escala. Tú decides.